jueves, noviembre 20, 2008

El otro siempre otro.


«Se trata de libertad, que puede franquear siempre cualquier límite asignado.»
Immanuel Kant, Crítica de la razón pura,
Dialéctica, libro 1, 1a. sección.


Entender es transformar lo que es, y entonces nos precipitamos al vértigo de un axioma epistémico, pues relativo a lo verdadero un valor se configura a sí mismo y entre sí -es decir que de la multiplicidad de sentidos, connotaciones y delimitaciones de la diversidad de acepciones que pueden replegarse (porque se repliegan y se contraen, no se reducen, entender es pues un desdoblamiento de los pliegues de la realidad) sobre una palabra, un concepto, una realidad formal-, conocemos y percibimos la experiencia del mundo, en el mundo, de uno consigo y de sí, por sí, el mundo es nosotros, por nosotros, que somos el mundo, y Uno es siempre lo Mismo, en cuerpo, en alma, en necesidad de mundo, siempre somos mundanos. No tocamos nunca el cuerpo, que sólo puede acariciarse en sus extremos, en su límite, el cuerpo es piel de la sensibilidad, puras palabras exhaustas, y fatigando la literatura a través de la escritura un tatuaje conceptual amalgama las aristas de nuestra mirada geométrica, simetrizante, porque en grado absoluto imitamos la divinidad adecuando la realidad a las percepción idealista, el mundo y el cuerpo se vuelven únicos, esenciales, mutadores de la substancia, así, la mente sólo puede ser utopía y majestad de la voluntad. No hay naturaleza humana, sólo existe el comportamiento humano, el ejercicio de la libertad es el experimento de re-conocer al mundo en su extensión finita de posibilidades infinitas, y sólo la lógica transtorna, deviene en paranoia. El Hocico de Fausto jamás elaboró cuerdas de hilo plateado, pues los ojos de Goethe miraban más allá de la luz, y el cancerbero del infierno no pudo fijar su objetivo en la realidad tangible. Lo inmaterial, por siempre, se vuelve propiedad del alma, como una amante de éter, incórporea pero cuerpo del deseo, fragilidad que sopesamos con una puesta en escena: alzado el telón, entre las cortinas de terciopelo sangre, la oscuridad proyecta un mundo de sombras y máscaras, los impulsos vueltos naturaleza son falsedad total. La naturaleza instintiva no es, sería acaso si nosotros del mundo - y desde él- sólo percibiésemos lo sensible, mas no es así, la forma de ser del mundo nos permite racionalizarlo, estructurarlo mediante la arquitectura, sanarlo con la medicina, alucinarlo con narcóticos celestes, porque las drogas son blues, pulso de muerte, adrenalina en carrilleras de revolución depravada. Nos culpamos tras cada paso, no debieramos subir ningún escalón más sin comprender (transformando) el plano anterior. No hay muerte, sólo fin de la vida. El otro siempre será otro, por cada lazo de amistad, un grado mayor de inexistencia para el mundo, por cada romance, una pasión sofocada a voluntad de una pasión unificada, redirigida. El otro siempre es otro, una restricción, una constricción, una atadura al mundo, porque el otro siempre otro será y puede ser lo que nunca conozcamos del mundo. El sabio, el otro siempre otro, se quedará a-fuera de Uno por la eternidad, lo Mismo sólo es Uno, es solitariamente Uno, o más bien, Uno es la Soledad del mundo, que sin nadie, el otro siempre es otro.

lunes, noviembre 17, 2008

Obliterar el Espacio.







Sin movimiento alguno las palabras entrecruzaron los tiempos,
producían energía...











No nos importa la sonrisa del mundo que esta siempre ha sido desconsiderada, llana, vaga, indiferente, son todas las mejillas promiscuas, ajenas a la poesía, distantes, secas, como relámpagos apagados, como estrellas invisibles, que salamandra decía Jesús aparecía rodando por aquél fuego, en el Norte, próximo a un precipicio exagerado, como los escalones fracturados de la marcha de la Paz en Malta, durante el verano largo de memorias tristes, tan desconsoladas que se encontraban las nubes sin ningún peñasco en donde morir despacio, soñando a gritos un bufón que, de cabeza y con los pies andando por el techo, interpreta a Sófocles redactando una cacería de pájaros, y Filoctetes, guiado por la voz de su amado muerto, nadará en los ríos de sangre de Troya. Las muecas de una serpiente las imita la carne entre el esqueleto, cuyas falanges extienden al cuerpo hasta alcanzar el cielo, petrificándose en su ascenso. El minotauro es el poeta. El minotauro es el poeta. El minotauro es el poeta. El minotauro es el poeta. Así que no importa el maltrato, la fortuna, que Dios exista y que yo sea su siervo, repetirme en la vida, ser en la universalidad de lo singular.



lunes, noviembre 10, 2008

Él...

... era un hombre que moriría...

Él...

Él soñaba...

... que no despertaba, que su dolor se oía, que se escuchaba su olor, que su piel se caía. Se sostenía sobre sus brazos, nada más podía apoyar, era un gusano, más bien un casi hombre, ningún hombre sería así, y le manteníamos lejos, hereditario, puro arquetipo histórico, sólo parte de un extraño síndrome humano que ocurrirá una vez cada mil años. Los años de la humanidad se extinguieron, ahora soñaba despierto consolado por un salvaje viento envuelto de sensaciones fantásticas, sensaciones que olvidó mientras moría en sueños durante su vida, ahora sólo la muerte dibuja símbolos arcaicos sobre sus cenizas, soñando con la vida que aún sigue, la religión, la pesadumbre, esta hermosa vida de reencarnación insolente.

lunes, noviembre 03, 2008

la verdad del grupo está en el asesino...

Fleet Foxes - White Winter Hymnal

La Vida es Simple.



Vale la pena el intento, nada lo puede engañar,
lo que usted ve es lo que nosotros le ofrecemos,
lo que usted necesita...
nosotros lo tenemos.

Educando al mundo...

¡para un mundo mejor!



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pasadizos.





[...] por continuos pasadizos escapamos de las decisiones que llevan a la vida a un mínimo grado de significancia, ahorramos en luz, en las mensualidades del colegio, en el estupro, en las rápidas sugestiones para las intensas descargas de adrenalina; el ser humano es el único animal que puede aburrirse, es el único ser que espacializa las dimensiones de su mundo, que es capaz de determinar las circunstancias de todo encuentro designando las coordenadas a través de un infinito mapa de estratagemas de una lógica de la situación profunda, escurridiza, como la mente rondando entre paraísos infernales de laberintos obtusos, de enredos espejo, de sistemas nubilosos, hombre sobre hombre porque el hombre vive lo que es del hombre; la estructura preserva la esencia de la diferencia, todo se descentraliza en la imaginación del límite y su entorno, al fin de cuentas, donde Uno termina, Otro comienza; y viceversa, etcétera y además...

Él sentado...

... bajo una cabeza de lechuza, dentro de un reloj junto a una mesa en el rincón con menos luz de la sala, una sola pieza que se movía, el péndulo, que hacía como los pensamientos de cada uno de los que se encontraban presentes. Llevaron el fuego a las velas, él miraba como lo buscaban, pero aquella noche había decidido que no merecía pedir deseo alguno.

sábado, noviembre 01, 2008

Él huía...

... se postraba ante cada poste, como un metodista, pero escapaba de su propia razón y no por alguna melancolía, estaba exhausto, sosteniendo una soga, con la cual se ahorcaría, pero se precipitó sobre un canal de lodo y otoñales hojas sueltas, ningún hueso se fracturó y se puso inmediatamente de pie, sintió la nausea, se arrincono en el río, murió sin sentir el frío.

Cake - Frank Sinatra

Elvis Presley - My Waay

the Sex Pistols - My Waaaaay

Exhibición.

Cantaban felices los alebrijes del Rey, presentaron coronas multicolor a modo de respeto para el Emperador que desnudo se vestía, que desnudo se quedaba y que las gracias concedía. La flauta, el bastón y la máscara real lloraban gloria, los gladiadores sudaban libertad, Esparta acudió al rescate de cientos de héroes ahora que ya habían asesinado a los leones.

the Dears - Lost in the Plot

the Czars - Concentrate

Temporadas de ritmo urgente.

Aparece el silencio solitario por el corredor recordando el vuelo de las avispas que lo dejaron sordo, era el último sonido, el más provocador zumbido, todo era el eco de memorias revolcadas, violentas, siniestramente ciertas, pero acalladas por las únicas alas que le han rozado la piel.