martes, julio 29, 2008

Ergonometría

Rehusar a la vida, no hablar de ella, mirarla con atención enfermiza desde un punto distinto, inclusive estando adentro de la propia anatomía. La amistad persiste aunque no le des alimento, la verdad respira aunque no exista, no sé que más haría si no hubiera ni un sólo lugar en donde reposar el aliento. Una pequeña porción del corazón se la ha llevado el viento, la sorpresa es que el corazón aún permanezca en su lugar. También hay un eco, nada se repite, sólo está ese sonido vacío que me lleva a un hueco. Un agujero tras otro, exhausto, buscando un conejo, buscando un reloj; buscamos un sueño propio en donde perdernos, en donde perderme. Cuando digo yo no sé cuantos más son conmigo o, en mí. Para ti, este escrito.

El texto es un documento literario invisible para quien no lo busca, evidente para quien explora la mente, oportuno para quien necesita un destino, un fruto tendido acortando cualquier distancia desde la mano de un amigo. Desdén por contraejemplos, ardid, arder, harem, hacer y renacer. ¿Cuánto tiempo durará el silencio?

Una flor con sus ojos sobre las manos acaricia mi espalda para protegerme de los demonios que me comen el cerebro, ¡nos comen el cerebro! Oscuras líneas frías recorrieron el rostro por tanto tiempo, un puño enterrado en un espejo sostenía una máscara de pirámide helénica en ¡zig zag caos-orquesta y bing bang! Viaje en el tiempo, Euler, 1764, formula: π/4 = 5*arc tan(1/7) + 2*arc tan(3/79) para calcular veinte decimales de π en 60 minutos, diez años después el joven Werther sufre desde la pluma de Goethe y exclama: "La raza humana es harto uniforme. La mayoría emplea casi todo su tiempo en vivir para trabajar, y la poca libertad que les queda les asusta tanto, que hacen cuanto pueden por perderla: ¡Oh, qué destino el del hombre!". "No escribo sin luz artificial", dirá Derrida a Rollin en 1982, tres años después nació yo, luego en septiempre la ciudad se sacudió. Estamos de vuelta.

La satisfacción de una lágrima al rodar por los bolsillos es el desahogo tibio de un desayuno solitario, tanta soledad en el pan, en la taza de café, en los cubiertos, sobre la mesa, a cada paso, a cada segundo, cada vez que estoy despierto, nunca duermo. Todo es lógica, cuando más solos estamos deseamos compañía, cuando estamos acompañados adoramos nuestra patética soledad.

El calor del acordeón atravesó un diminuto orificio en mi espina dorsal, "genética, ADN, genoma" dicen, ellos siempre dicen. Los niños aún pasean en sus columpios, las nubes aún giran, el cielo permanece a su distancia prudente, la luna que hoy no fue mirada con atención insiste en que la miremos antes del amanecer. Una sonrisa lentamente se fue construyendo en mi rostro mientras las palabras aparecían de la nada dentro de una caja dentro de una caja en el monitor.

2 comentarios:

Great Value dijo...

Cada que me entro esta mas fashon tu deste! iralo!
quien te viera
C:

R dijo...

experiaprendición!!!

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