sábado, noviembre 01, 2008

Él huía...

... se postraba ante cada poste, como un metodista, pero escapaba de su propia razón y no por alguna melancolía, estaba exhausto, sosteniendo una soga, con la cual se ahorcaría, pero se precipitó sobre un canal de lodo y otoñales hojas sueltas, ningún hueso se fracturó y se puso inmediatamente de pie, sintió la nausea, se arrincono en el río, murió sin sentir el frío.

1 comentario:

bieno dijo...

mejor que morir ahorcado, le hizo un favor esa naturaleza muerta que tesba viva