lunes, noviembre 10, 2008

Él soñaba...

... que no despertaba, que su dolor se oía, que se escuchaba su olor, que su piel se caía. Se sostenía sobre sus brazos, nada más podía apoyar, era un gusano, más bien un casi hombre, ningún hombre sería así, y le manteníamos lejos, hereditario, puro arquetipo histórico, sólo parte de un extraño síndrome humano que ocurrirá una vez cada mil años. Los años de la humanidad se extinguieron, ahora soñaba despierto consolado por un salvaje viento envuelto de sensaciones fantásticas, sensaciones que olvidó mientras moría en sueños durante su vida, ahora sólo la muerte dibuja símbolos arcaicos sobre sus cenizas, soñando con la vida que aún sigue, la religión, la pesadumbre, esta hermosa vida de reencarnación insolente.

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