domingo, marzo 15, 2009

Una vez más, la muerte en el espacio.

"Del otro lado de la postal, mira, se te hace una proposición, S y p, Socrates y plato. Por una vez, el primero parece escribir, y hasta eso, con la otra mano raspa. Pero ¿qué hace Platón a sus espaldas con el dedo en alto? Mientras te entretienes dándole vueltas en todos los sentidos, la imagen te da vueltas a ti cual una carta, y de entrada te descifra, pre-ocupa el espacio, te proporciona las palabras y los gestos, todos los cuerpos que crees inventar para acotarla. Te encuentras, tú, sobre su trayecto."

Jacques Derrida


... como cuando ves sin mirar, obstruido, obstaculizado, por otros hombres que aparecen como objetos frente a ti impidiéndote extender (prolongando, alcanzando [más bien suspirando, murmurando]) la mirada hasta las paredes, hasta el piso, proyectando un rostro que grita imaginado en las raíces de un árbol. Otros hombres que son cabezas, cabellos, narices, hombros, nada más. Cuando tu límite es usar demasiado los ojos, (o usarlos para hacer mal), y nuestros límites nunca los podremos "ver" (ni podríamos verlos, como el testigo oculto con los ojos más libres, con las orejas bien abajo, escuchando el subterráneo: cayendo). Invocamos un sentido, nos referimos a él, fatigamos la lucha, sin re-presentarte, anunciarte "tú", a ti (para ti), como sujeto inmutable, como convicción, como la re-presentación de una guerra (entre tantas otras) de la cual sólo somos sus amigos prófugos, combatientes in-victos, enemigos pues, deliberados y protestantes, de la libre interpretación sin clave hermenéutica. Soltar la mente hacia el espacio, morir en él, trascender el tiempo, inmanentes en él. No te pongas de rodillas, no me pidas perdón. Que «yo» me disculpo por todo cuanto he de decir. Porque no me puedo callar, o más bien, quisiera callarme. Mato al tirano en mí, mato al déspota en mí, para que no sea "afuera", ese afuera que para que pueda ser, tiene que tener un límite en mí, ser, por tanto, que hay en mí. No sean libres, los acuso, «yo» sociedad. Pura suciedad. ¿Cómo comunicar? ¿Cómo preguntarles -ésto-, que sólo (como parece) es en mí?

3 comentarios:

bieno dijo...

Creo que aveces es benévolo tener a alguien a tu lado que te ayude a comprender mejor las cosas que creemos comprender, pero aveces también otro puede destruir y no comprender nuestros pensamientos individuales y eso nos aleja de la tierra como si estuvieramos en el espacio, nos avienta a la nada y flotamos infinitamente entre las estrellas que deciframos.

R dijo...

necesitamos cartógrafos para navegar.

Æ dijo...

but it aint me babe,
no
no
no