Escuchando una Nada.

René Magritte - Locutorio (1958)

el único sonido puro es el silencio...

Abandonar las palabras.

René Magritte - "El mal de ausencia" (1940)

Nada tienen que hacer en el puente ni la bestia ni el hombre con sus alas apagadas, la imagen se vuelve una significación independiente de las palabras, una verdad más profunda en el interior del título, la palabra vuelta imagen desgarra el significado de un término por su representación ante los sentidos, el texto, es pues, también una puesta en escena.

Del aparato teatral de la vida humana, en el vaivén de la comedia y la tragedia, desciende un péndulo que marca el ritmo de nuestro tiempo de existencia. Cada recuerdo se vuelve una imagen, un pensamiento audiovisual que tiene que ser descrito a través de las palabras. La memoria se llena incluso de espacios negros repletos de sonido, gritos en el silencio, manchas de silencio en la oscuridad.

¿Será que sólo es posible alcanzar la verdad mediante las palabras? ¿existe una verdad capaz de destruir el sentido de las palabras, de abandonarlas y sustituir cada una por una imagen que concede un nuevo sentido, uno mucho más intenso y profundo, que revolucione al pensamiento?

La literatura se vuelve escritura directa de la mente, libre de obstrucciones pasionales pero anegada de puros impulsos. ¡Revienta!

Breve suspenso, una pausa acelerada.

Se percibe un breve suspenso, una pausa acelerada, la intuición de un instante, el amanecer donde uno se encuentra tan despierto que no se ha podido dormir nada, tan nuevo en el mundo, tan viejo en la vida, siempre con la frente manchada por el tiempo que contra ella choca, dejándola sucia, en este momento en que se ha capturado la estática de todas las variaciones de un movimiento. El caos parece tan simple y estructurado, la demencia no es más que la legitimidad de un argumento. Breve suspenso, que no sabes nunca cuando va a terminar, una pausa acelerada, aún sin fronteras permanecen las distancias. Todo lo que hemos cambiado es tanto hemos por cambiar en un futuro, futuro que se acerca cada día, pasado vuelto presente, mañana que no sabemos todavía, hoy para siempre, hoy olvidado, sólo el mañana puede llamarse día.

Manos puras y despojadas, cuando todo el mundo es extranjero, un forastero, un pensamiento nómada inalcanzable, es la dirección de un deseo incomprensible, un objeto disuelto, el sujeto desaparecido...

Ólafur Arnalds

"Fok" en vivo, Kastljós, RÚV TV Islandia


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Ólafur Arnalds - Variations of Static






















Ólafur Arnalds - Eulogy for Evolution





















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De ritmo y decadencia.

Una mano estremecía nuestra cuna mientras aún dormitando aparecía un discurrir del tiempo líquido que se congelaba en estática frente a la más incrédula mirada, dardos de avispa clavados en un espejo deforme: nuestra vida adulta, nuestra aparente búsqueda por la respuesta que aliviaría el dolor de un conocimiento de causa sobre la existencia, desconociendo por siempre la pregunta: no hay respuesta. Aún no remitimos el principio de nuestras ideas al universo de influencias que colapsan sobre todo nuestro aparato sensitivo, aparato de niebla y terror, máquina de deseo y placer, "todos somos grupúsculos" dice libre de angustia Félix Guattari. Si la respiración no fuese automática, nos olvidaríamos de la vida percibiendo los alegres y nefastos perfumes del mundo; si la cicatrización no fuera automática, nos moriríamos todos los días jugando con cuchillas y dientes de león, si la vida no fuera automática, naceríamos muertos para nada percibir, y seríamos puro recuerdo, algo que alguna vez pudo haber sido.

La morgue, registro de memorias perdidas, recuerdo de lo que ya nunca será, el prestigio del forense lo alcanza el pensamiento cuando convive con lo que no es. La muerte es la explosión del artista, la musa divina de la inspiración que siempre vivirá en la dimensión abstracta, de donde surge la metafísica que justifica a todos los dioses. El héroe es la metáfora para el sacrificio del que renace, del que vuelve del infierno tras convertir a su amada en una estatua perfecta, inmortalizándola para siempre en la memoria perfecta de la conciencia colectiva del universo de la imaginación absoluta. Arquetipo, icono, mito, leyenda, ¡belleza que aterroriza!

Y no quiero terminar, así que ahora, mi morgue videomusical:



the Warlocks - Surgery



the Black Angels - First Vietnamese War



the Brian Jonestown Massacre - Golden Frost



Hella - The Things That People Do When They Think No One's Looking



This Will Destroy You - A Three Legged Workhorse

My Valium, ¡Madre!

Después de morir, fui marcado con una "X", no porque no pudiera beber sino porque ya no podía vivir (straight edge), el camión de la basura pasó a recogerme. (...) "¡Ecuánime, madre!" Fugazi, sueños de fuga, la Bahía de Guantánamo, Diazepam, polvo somos y en polvo nos convertiremos; a pesar de las variantes, los cambios y las mutaciones, siempre somos él Mismo, la sustancia muerta que muere o morirá. Godard tiene un ojo para el lente y el ojo lo tiene en la lente Bergman. (...) La referencia inmediata para el psiquiatra rebasa el borde de las memorias de una infancia temperamental, recrea negligentemente lo que es imposible para él de imaginar, entonces toma papel y pluma, lanza unas rayas cifradas, en el código aparece una dosis legal. (...) La pickup promedió 186 kilómetros por hora en su recorrido entre "A" y "B", cuya distancia apenas reproducía un paseo alrededor de ciertos parques en la ciudad de Goadalahara, lejísimos de Queensland y al sur, muy al sur del American Dream. (...) Una línea de Coca... -Cola pernoctaba por debajo del Koala.



[Abrupta Escritura Automática que interrumpe Presenta:] Un cardioespiral que decodificó las entrañas de una arista visceral abierta por un bisturí apoyado en una mano delicada, entrevieron mis intestinos la luz, nacieron, pero fueron atados a mi cuello. Apagué el televisor, no era necesario recordar, nunca es necesario recordar... Pero, ¿recuerdan? Las noches sin frío bajo el viento de una noche trepidante, que acordaban las constelaciones según las armonía de la única melodía que Bach nunca pudo conquistar, y cuando en la catedral de nuestro cuerpo se aparecían los diminutos colibríes que aclamaban con anhelo la buenaventura concedida por un excéntrico señor de sombrero de copa que lleva una capa y un bastón. Cuando los dedos se entumieron bajo la aurora boreal que nos vio nacer en Alaska, y el eskimal que nos ofreció transportarnos en un carruaje conducido por perros que parecían lobos, lobos que éramos, ¿recuerdan?


¡Me Valium Madre!



(...) No se ha podido establecer contacto con Blogger.com. Podrían producirse errores al guardar y publicar. Reintentando... Guardando... y de nuevo lo mismo.

La carencia proviene de la ignorancia sobre nuestro estado natural: la desposesión. Nacemos desnudos, nos vestimos, el atavismo se vuelve necesario, la conducta se modifica, atiende a las apariencias, entonces nos olvidamos de que fuimos humanos, mutamos hacia los artificios. La inteligencia artificial es una realidad, es el proyecto de conquista de TU PROPIA MENTE.

El Marcapasos.

... preocupado por una arritmia cardiaca, los últimos diez u once cigarrillos los incineró en sus pulmones por inercia, un simple evento de naturaleza newtoniana, una afección física proveniente de la mente, así es, una abstracción vuelta ansiedad orgánica, luego el pánico y la respiración entrecortada, pocos saben como asistir en el control de un evento semejante, debes abrazar al sujeto con fuerza contra tu pecho y hablarle demasiado, sin reparar en atender el sentido de lo que se dice (porque se atiende al Otro), la intención es sacarlo de los pensamientos que han nublado en la mente sus entidades nerviosas de autopreservación, es necesario abrirse paso entre la niebla de un evento inmaterial desafortunado. Una isla de melancolía ha eclipsado su horizonte, es incluso capaz de generar desde lo ficticio, en lo profundo de su poderosa imaginación, una tristeza inmensa, irrepetible e incalculable, y entonces los brazos no le alcanzan para integrarse con el mundo que ha imaginado, esta idea se desintegra lentamente frente a él, torturándolo, impregnando radicalmente de impotencia hasta sus huesos, sacudiendo su cuerpo, asfixiándolo en un llanto exagerado. No recuerdo como su mente le había empujado hasta el punto de arrebatarle el control sobre sí mismo, sin duda no hay nada más que nos persiga con tanto entusiasmo como la propia mente, la categoría de un Yo que siempre nos extorsiona.

Me solté, abrí de nuevo los ojos a una bocanada de aire y me soñé, abrazándome en el último rincón de la cama, junto a la pared, con la camisa hecha pedazos de lo tanto que me aferré a mi propio ser, encendí un cigarrillo preocupado por una arritmia cardiaca...

La Ilusión del Control: Atrapados en el Viento.

Edward Weston - Clouds, 1936

Cuando ninguna palabra alcanza a rozar tu piel, encontramos la distancia impronunciable entre las manos, como si pudiéramos atrapar cada lágrima que cabalga libre por el rostro, y solidificarla para jamás olvidarla, quisiéramos poder guardar el amor en un baúl y tener una llave para controlarlo... ¡la ilusión del control! ¡tan soberbios! ... y oscurecidos, encontramos en el cielo un abismo perpetuo que nos auxilia en el silencio de un evento discreto, la soledad de un sólo ser que en la intimidad descubre la inexistencia de las prisiones humanas, cuando bajo las sábanas lo único impuro es la mentira, mientras conversamos y recordamos nuestros nombres. Por la ventana aparece un árbol que lleva el fruto de nuestro consuelo, nos despoja del cielo, nos clava en la tierra, si tan sólo el pecado no fuera la gravedad, o las circunstancias, o la astucia de la naturaleza para empujarnos a la libertad.

Llora ángel mío, llora, que las penas que atan tus cadenas no están aquí en la tierra, el único fango que nos ahoga se encuentra oculto tras las nubes y dentro de la almohada, en lo profundo del acallado pensamiento fatal, es indescriptible la sensación de respirar.

Cuando la lengua no transmite, los ojos ven el silencio, los poros revientan el corazón, los pulmones se llenan de cáncer, la narices se cubren de polvo, el sabor de un monstruo, el salvaje sudor de los insomnios y tantos sueños indescifrables, el código absoluto, la condena de un hombre, su muerte. Merecemos morir, para ello tenemos una sóla vida por conocer, al inmortal es a quien le fastidia la muerte.

Un pequeño fragmento de angustia imborrable graba en la piel el destino de un fugitivo; existo, luego destruyo al sufrimiento, culpa tras culpa, la conciencia tras una lupa, no hay víctimas en esta guerra, en esta teatralidad repleta de eventos extraordinarios, o bien, todos somos víctimas de nosotros mismos y la culpa es del silencio. No vivamos sin voz en este universo que depende de nuestros recuerdos; historia universal, geografía del cuerpo, anatomía de una mente indomable, una delirio ingobernable: una lucha entre la máscara y el rostro que jamás se muestra.

"Hay al lado del sol innumerables cuerpos oscuros que hemos de inferir, aquéllos que no veremos nunca." (Nietzsche, Más allá del bien y del mal) Pesa la comprensión de la constricción apolínea, pesa tanto hasta no poder ya alzar el vuelo; nos vemos limitados a la articulación, a la simbolización, a la corporeización, a la pura representación. La libertad artística es la constricción al arte.

Sin embargo, ser hombre es la potencia creativa, ya no más conceptos generales sino específicos, se crearán conceptos para referirse directamente a lo más profundo de lo sensible desgarrando con la punta de nuestro dedo las apariencias, dejando la verdad desnuda y palpitante, como si se tratase de la imagen de nuestro propio corazón escurriendo la sangre del esfuerzo de la voluntad por comprender, por ser un hombre "entero".

Recordemos al hombre rebelde de Camus, esos extranjeros que erigiéndose desde la contemplación del suicidio, reclaman a lo absurdo su rendición, Sísifo puede permanecer como dios-piedra rodando por siempre (rock n' roll), pero el hombre no debe someterse a aquello que no puede comprender, es decir, el hombre no tiene porque obedecer principios morales que desconoce. A pesar, la sociedad moderna nos presenta un catálogo de imágenes representativas, un compendio de lágrimas categoriales, de las cuales si el hombre se emancipa, se dice que éste a perdido el sentido real, incluso, que ha pecado y caído al otro mundo, el de la locura y la sin razón.

Al final de la vida, cuando ésta cesa en la muerte, las últimas palabras del hombre emergen permaneciendo en su memoria, hay que dejar dicho de alguna manera a nuestros hijos del porvenir incesante del tiempo que no hay necesidad de acatar una realidad dada, sino que se tiene que generar transformándola, haciéndola justa para todos en cuanto sea posible, así, percatarse de la posibilidad de transformación es conciencia crítica, y una nueva razón se funda en lugar de la razón suficiente para la obediencia y la sumisión que atrae hacia nosotros la inercia de una modernidad tecnocrática.

"Lo que hemos de presenciar como medio y fin sólo es el fenómeno de la unidad de una voluntad que de cara a nuestro entendimiento se ha disuelto en el espacio y el tiempo" (Schopenhauer, El Mundo como Voluntad y Representación)

Man Ray - El retorno a la razón