Sin movimiento alguno las palabras entrecruzaron los tiempos,
producían energía...
No nos importa la sonrisa del mundo que esta siempre ha sido desconsiderada, llana, vaga, indiferente, son todas las mejillas promiscuas, ajenas a la poesía, distantes, secas, como relámpagos apagados, como estrellas invisibles, que salamandra decía Jesús aparecía rodando por aquél fuego, en el Norte, próximo a un precipicio exagerado, como los escalones fracturados de la marcha de la Paz en Malta, durante el verano largo de memorias tristes, tan desconsoladas que se encontraban las nubes sin ningún peñasco en donde morir despacio, soñando a gritos un bufón que, de cabeza y con los pies andando por el techo, interpreta a Sófocles redactando una cacería de pájaros, y Filoctetes, guiado por la voz de su amado muerto, nadará en los ríos de sangre de Troya. Las muecas de una serpiente las imita la carne entre el esqueleto, cuyas falanges extienden al cuerpo hasta alcanzar el cielo, petrificándose en su ascenso. El minotauro es el poeta. El minotauro es el poeta. El minotauro es el poeta. El minotauro es el poeta. Así que no importa el maltrato, la fortuna, que Dios exista y que yo sea su siervo, repetirme en la vida, ser en la universalidad de lo singular.
2 comentarios:
mis entradas ya no cambian en tu blog, sigue diciendo que no eh postiado. a que mentiroso blog tienes, pero ni eres el unico e! no te sientas tan especial.
ash! ya cambio, que rapido.
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