El Marcapasos.

... preocupado por una arritmia cardiaca, los últimos diez u once cigarrillos los incineró en sus pulmones por inercia, un simple evento de naturaleza newtoniana, una afección física proveniente de la mente, así es, una abstracción vuelta ansiedad orgánica, luego el pánico y la respiración entrecortada, pocos saben como asistir en el control de un evento semejante, debes abrazar al sujeto con fuerza contra tu pecho y hablarle demasiado, sin reparar en atender el sentido de lo que se dice (porque se atiende al Otro), la intención es sacarlo de los pensamientos que han nublado en la mente sus entidades nerviosas de autopreservación, es necesario abrirse paso entre la niebla de un evento inmaterial desafortunado. Una isla de melancolía ha eclipsado su horizonte, es incluso capaz de generar desde lo ficticio, en lo profundo de su poderosa imaginación, una tristeza inmensa, irrepetible e incalculable, y entonces los brazos no le alcanzan para integrarse con el mundo que ha imaginado, esta idea se desintegra lentamente frente a él, torturándolo, impregnando radicalmente de impotencia hasta sus huesos, sacudiendo su cuerpo, asfixiándolo en un llanto exagerado. No recuerdo como su mente le había empujado hasta el punto de arrebatarle el control sobre sí mismo, sin duda no hay nada más que nos persiga con tanto entusiasmo como la propia mente, la categoría de un Yo que siempre nos extorsiona.

Me solté, abrí de nuevo los ojos a una bocanada de aire y me soñé, abrazándome en el último rincón de la cama, junto a la pared, con la camisa hecha pedazos de lo tanto que me aferré a mi propio ser, encendí un cigarrillo preocupado por una arritmia cardiaca...