Yo tan mí,
la vida sin mí,
deseando yo,
recordando mí.
Yo tan mí,
de mi, de fa, de sol.
Absolutamente Nada, es especial, sin rincón en cuya sombra nada puede esconderse, la oscuridad brinda luz a la desconfianza, recobrándose los prados de sol cayó la aurora, respirando voces de mí que se escapan hacia ningún lugar, Silencio que salvaguarda, que no calla, que sufre y, como un violín se marcha llorando, el silencio, que sin lugar se va de la tierra cantando, como si no hubiera noche más triste posible, todas las estrellas envolvieron la luna. Cualquier fenómeno, quizá sólo un breve fragmento que atrapó a la mirada en su imaginación, en su tiempo de ser y en la brevedad de su espacio, las cosas que son la (mi) realidad, como Nada brillan por la noche, desapareciendo de mi posesión sobre ellas.
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