lunes, octubre 06, 2008

hospitalidad privada.

































[..] fuera de contexto, irregular, inconsistente, indefinido, o a decir más bien, por definir, por significar algo más allá de la propia memoria, cercano al momento de la muerte, en el lugar en donde de pronto todas nuestras acciones revelan al individuo único, aquél que somos, que solitario y en soledad, enredado en su espacio, reducido a él, excluido, deformado, apartado y designado, confiesa legítimamente al asalto de lo inexpugnable cualquier explicación racional por nostalgia de tiempos mejores, tiempos de antaño, de infancia, de añoranza, de retornar, de repetir, de confiar en nuestros actos: aquél que somos que acepta una vida que portará como una huella sobre la frente, como a un niño sobre los hombros, como se soporta a un abrazo sincero aún bajo el extremo dolor del cuerpo, porque habitamos un hogar siempre desconocido, en donde se reproduce lo necesario y se elude toda responsabilidad por estar vivo.

consideraremos imprudente el malestar de un cómplice; el ahorro, la inversión, el sacrificio, la lucha en el trabajo, son nuestra única solicitud (incluso en el sentido amplio de cualquier posible relación metafórica: el ahorro es contemplación, la inversión es creativa y fundamental, el sacrificio es voluntad de poder, y la lucha es entorno a ocuparse sólo de lo que es necesario) en el reclamo por justicia, por soberanía, en nombre de lo realmente moral, esa preocupación por uno mismo que se olvida de sí recorriendo al mundo dirigiéndose a otros, mirándose en ese espejo de todo lo que es afuera, porque afuera es el lugar a donde hemos despojado la realidad, en ese infinito cambiante que progresa sin fijar un punto final, que es incesante, que es un depredador, que vigila y castiga, critica y diagnóstica, somos nosotros, a la distancia, arruinando cualquier otro mundo posible por nuestro mundo, la realidad que decimos que vemos.

¿Miraremos algún día la realidad que evadimos constantemente a cambio de esa otra realidad que inventamos a según de nuestros propios intereses, de nuestra propia identidad? [..]

3 comentarios:

Æ dijo...

el siempre idiota dilema de la propiedad. no nos pertenece nada excepto eso. nuestra realidad. i no pertenecemos tampoco a ningun otro lado. salud. hoe es dia de cahoamas?

Sofistóteles dijo...

La propiedad es un residuo metafísico del ser platónico....!

Ah no, esa es la identidad...
Eso pues...!
Saludosssssss!

R dijo...

dos cosas son ciertas sobre la propiedad dichas hasta ahora:

1. Es un tema idiota.
2. Propiedad se relaciona con identidad.

Gracias.